El Gobierno de Gustavo Petro avanza en la reforma agraria con la recuperación de tierras históricas en Cesar y Meta, entregando predios a campesinos afectados por el conflicto armado. Estas acciones marcan un paso clave hacia la justicia social y la reparación en el campo colombiano.
El director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), Felipe Harman, ha dado un paso crucial en la reforma agraria del país al anunciar la recuperación de predios en Cesar y Meta. Estos terrenos, anteriormente en manos de grupos paramilitares y de ocupantes sin títulos, ahora serán adjudicados a campesinos que llevan años luchando por la tenencia de tierras en zonas marcadas por el conflicto armado.
La finca La América, un extenso predio de 1,400 hectáreas ubicado en el corregimiento de Mandinguilla, Cesar, que perteneció al exparamilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias «Jorge 40», ha sido recuperada y pasará a ser propiedad de campesinos del municipio de Chimichagua. La entrega es un hito en la reparación y restitución de tierras, dado que La América ha sido parte del Fondo de Reparación de Víctimas desde 2007. Sin embargo, hasta ahora, el predio seguía bajo el control de una empresa vinculada a «Comandante Barbie», miembro del Bloque Norte de las AUC. Según Harman, la ANT ya ha iniciado el proceso de caracterización del terreno para definir cuántas familias recibirán la adjudicación definitiva a través del Comité Municipal de Reforma Agraria.
Además de esta entrega, la ANT ha sumado un esfuerzo significativo en el departamento del Meta, donde el predio Porongos, uno de los baldíos de la nación con más de 4,044 hectáreas, fue adjudicado a 36 familias campesinas en el marco de la iniciativa “Misión Meta”. Este predio había sido solicitado por la familia Usme en 2012, pero fue declarado baldío al no cumplir los requisitos para la propiedad privada. Gracias a la gestión actual de la ANT, se ha otorgado el derecho de propiedad a familias que trabajan la tierra desde 2019, cumpliendo así con los requisitos del Decreto Ley 902 de 2017. Esta entrega, realizada en octubre, responde a la deuda histórica con una región afectada por la violencia y el despojo.
No obstante, los avances en la adjudicación de tierras no han estado exentos de desafíos. Harman alertó sobre las amenazas dirigidas a líderes y campesinos de Chimichagua tras el anuncio de la recuperación de La América. El director hizo un llamado a la Fiscalía y a la Policía Nacional para que tomen medidas y protejan la integridad de las comunidades, reiterando que este proceso es fundamental para asegurar un futuro productivo y digno para el campesinado en Cesar.
La ANT enfatiza que el acto de adjudicación no solo fortalece la economía rural y la justicia agraria, sino que también representa un acto de reparación para quienes han sufrido por décadas a causa del conflicto armado. Con la entrega de estos predios, el Gobierno Petro avanza en su compromiso de desarrollo rural y equidad, en un modelo que busca devolver a los campesinos la tierra que por derecho les pertenece.